El chabacanismo político
El pasado viernes 31 de marzo, se produjo un nuevo incidente entre el Ayuntamiento y los vecinos de este municipio, protagonizado por el Sr. Fernández, concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, siempre presente en todos los escándalos vecinales.
Los hechos objetivos son los siguientes: el Zoco situado en la calle Camino de Valladolid, dispone de una zona de aparcamiento con 39 plazas. En la escritura pública se dice textualmente "...en la zona común se encuentran ubicadas treinta y nueve plazas de aparcamiento de uso común para todos los locales comerciales del Zoco".
En junio del año pasado se solicitó autorización para instalar una valla de control de acceso. Ante la ausencia de respuesta por parte del Ayuntamiento, nueve meses más tarde, se instaló la valla.
Solo unas horas más tarde, se presentó en la peluquería propiedad de la presidenta de la Comunidad del Zoco, primero un técnico de Ayuntamiento, después un policía municipal y finalmente el mismísimo Sr. Fernández, para requerir, en presencia de cuatro clientas, que dejaran abierta la barrera.
Según consta en el informe de la Policía Municipal, el Sr. Fernández dijo: "... no se va a proceder a otorgar ninguna autorización para realizar dicha obra...".
El pasado lunes 3, primer día hábil tras los incidentes, tanto el secretario como el técnico municipal emitieron sendos informes negativos a la instalación de la citada valla.
A destacar el énfasis que pone el técnico municipal en su informe técnico acerca del exquisito comportamiento del concejal Sr. Fernández.
Más allá de la interpretación jurídica del suceso, que haremos tras un estudio más detenido, desde un punto de vista político, lo ocurrido es más propio de una película de Almodóvar en una pedanía de La Mancha profunda, que de nuestro municipio.
¿Tiene sentido que el Concejal de Urbanismo, acompañado de la Policía y Técnicos Municipales se persone en una peluquería repleta de clientas, un viernes al mediodía, para exigir, entre tintes, mechas, manicuras y secadores, que se levante la valla del parking del centro? ¿No bastaba la Policía Municipal?
¿Tan grave y alarmante era la situación que requería la presencia del concejal, que tardó solo 20 minutos en llegar?
¿Tanto le gustan las polémicas públicas, que en lugar de citar a la Presidenta de la Comunidad en el Ayuntamiento, para aclarar el tema a despacho cerrado, prefiera una discusión de pie en una peluquería, repleta de clientas? ¿Esto es cercanía o chabacanería? ¿Tiene sentido que el Sr. Fernández se permita declarar que no va a otorgar autorización para dicha obra, sin tener todavía en su poder, informe técnico alguno que justificara su posición? ¿Esto es respeto al procedimiento administrativo o imposición del criterio personal, como si Torre, fuera su cortijo?
¿Es una simple coincidencia que al día siguiente, se le comunicara a Torrempresarial, que a la fiesta Torreprimavera que se iba a celebrar en el Zoco, no le iba a ser concedida la subvención municipal que habían estado negociando?
Para acabar, ¿qué clase de presión ejerce el Sr. Fernandez sobre los funcionarios municipales, que obliga a un técnico municipal en un informe técnico, al servilismo político de destacar la amabilidad y cordialidad en el trato del Sr. Fernández? ¿Por qué el técnico municipal no valora, para cerrar la descripción del escenario, como se comportó el policía municipal, la presidenta, su ayudante y las clientas...? Almodóvar en estado puro.
¡Bienvenidos a la nueva forma de hacer política de VxT!
